La transformación digital es el proceso a través del cual las empresas y las organizaciones digitalizan sus estrategias y metodologías de trabajo para obtener mejores resultados gracias a la implementación de nuevas tecnologías. En los procesos de transformación digital la tecnología es una herramienta que facilita el proceso de cambio, pero no es realmente el eje de la propia transformación. Para que un proceso de transformación digital sea exitoso, debe estar enfocado en las necesidades y comportamientos del consumidor, la tecnología es solamente un facilitador del proceso. En la transformación digital se busca pues, a través de la implementación de nuevas tecnologías digitales, optimizar los cambios en el modelo de negocio que sean necesarios para mejorar las experiencias de los clientes y satisfacer mejor sus necesidades.
¿Cuáles son los pilares para dirigir la transformación digital en las empresas?
La transformación digital es un proceso complejo e inminente al que más temprano que tarde se tendrán que enfrentar todas las empresas y organizaciones. Las nuevas tecnologías digitales han cambiado radicalmente los modelos de negocio tradicionales abriendo paso a nuevos sistemas y dinámicas que están revolucionando todas las industrias y sectores. Hay muchas empresas modernas que han nacido en entornos digitales como Uber, Airbnb, y Netflix. Sin embargo, la gran mayoría de las corporaciones no son digitales por naturaleza y se enfrentan a un proceso de evolución digital complejo para poder competir con los nuevos modelos de negocio más ágiles y rápidos que los tradicionales.
Estos son los cuatro pilares sobre los cuales se debe construir la transformación digital en las empresas y organizaciones:
Empoderar a los empleados
El principal reto al cual se enfrentan las diferentes empresas para desarrollar e implementar los procesos de transformación digital es la resistencia al cambio de sus propios empleados. La gestión del cambio organizacional es muy compleja y empieza por el cambio en la forma de pensar de cada uno de los trabajadores.
Normalmente, los procesos de transformación digital en las empresas se dan «de arriba hacia abajo». Es decir, vienen dados como iniciativas de la alta gerencia, y se desarrollan en las unidades de negocio a través de las diferentes gerencias de cada unidad. Es verdad que existen ocasiones en las que el origen del proceso es «de abajo hacia arriba», pero por lo general si la transformación no cuenta con el apoyo de la alta gerencia está destinada a fracasar.
Para que las personas se sientan realmente involucradas en la transformación las empresas deben hacerles partícipes activos del cambio. Los empleados deben sentirse responsables de que la transformación digital tenga lugar. La adopción de las tecnologías digitales por parte de los empleados es fundamental para que el cambio tenga un impacto positivo en el negocio. Para lograrlo, las directrices tienen que ser claras y a la vez lo suficientemente motivadoras como para que los trabajadores quieran seguirlas.
La realidad de cualquier proceso de transformación digital es que, si bien la tecnología es fundamental, el elemento más importante para su desarrollo son las personas involucradas en dicho proceso. Ni la mejor de las tecnologías logrará cumplir sus objetivos si las personas no se sienten motivadas e involucradas en su implementación.
Involucrar a los consumidores
Cada vez más los consumidores tienen acceso a nuevas tecnologías digitales que les ayudan a satisfacer sus necesidades de formas más eficientes. La revolución digital ha cambiado radicalmente el comportamiento de los consumidores. Por ejemplo, cada vez tienen acceso a más información, tienen la posibilidad de estudiar mejor sus compras y ver reseñas de otros compradores, ofrecen recomendaciones a otros consumidores sobre lo que les gusta y lo que no, y tienen muchas más herramientas y canales disponibles para entablar relaciones con sus marcas y empresas favoritas.
El consumidor debe estar siempre en el centro de cualquier proceso de transformación digital. El objetivo de un proceso de transformación digital debe medirse en función del impacto que éste tendrá en los consumidores de la marca, empresa u organización.
Uno de los errores más importantes que comenten las empresas hoy en día es intentar desarrollar procesos de innovación sin tener al consumidor en el centro del modelo. Cuando esto ocurre, los esfuerzos de transformación no se traducen en una mejora en el modelo de negocio. La transformación debe estar enfocada en lograr satisfacer las necesidades los clientes a través de la optimización de procesos, la mejora de la experiencia de usuario, o el mejor aprovechamiento de recursos. Para que la transformación digital sea exitosa es fundamental que las empresas estudien bien a sus consumidores y entiendan cómo la evolución de sus procesos y modelos pueden tener un impacto positivo en ellos.
Optimizar las operaciones
La optimización de operaciones es el conjunto de métodos a través del cual se optimizan los procesos y operaciones de las empresas utilizando técnicas de análisis que permitan tomar mejores decisiones. A través de la optimización de operaciones se emplean métodos como el modelado matemático, el análisis estadístico, y la optimización para para conseguir soluciones óptimas a problemas complejos.
La transformación digital ha traído consigo un incremento importantísimo en la cantidad de datos que generan las empresas. Además, más allá de la generación y gestión de estos datos, las empresas cuentan también con mejores herramientas para analizar esta información y extraer insights que les permitan tomar mejores decisiones estratégicas. A través del análisis de datos internos y externos, ya sean estructurados o no estructurados, las empresas pueden conseguir nuevas maneras de continuar innovando y mejorando sus procesos y operaciones.
El big data ha representado una revolución muy importante en el mundo de los negocios. En la nueva era digital la información es poder, y éste se traduce en valor en los diferentes modelos de negocio. Con el paso de los últimos años, ha quedado demostrado que las empresas que sobrevivirán a esta nueva etapa digital tan competitiva serán aquellas que sean capaces de gestionar y analizar mejor el big data para optimizar sus operaciones y continuar innovando más y mejor que sus competidores.
Transformar productos y servicios
La transformación digital debe tener también un impacto directo en los productos y servicios que ofrecen las empresas. A través de la aplicación de las tecnologías digitales los productos y servicios deben evolucionar para adaptarse mejor a las cambiantes necesidades de los consumidores. Es gracias a la transformación que los productos y servicios pueden cambiar al mismo ritmo que el comportamiento y las necesidades de los clientes para ofrecer experiencias que realmente se adapten al nuevo entorno digital tecnológico.
Existe un cambio importante que afecta los antiguos modelos de negocio y transforma la manera tradicional de entender los productos y servicios. Cada vez más el éxito de las empresas depende de crear ecosistemas digitales en los cuales las fronteras entre productos y servicios se diluyen. Nuevos modelos innovadores como las suscripciones online y el pago por uso están creando grandes presiones para evolucionar las ofertas tradicionales de productos y servicios.
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